sábado, 5 de febrero de 2011

.. Pero en tu cuarto de baño, sigue mi rojo de labios.


Antes de que amaneciera,
salí huyendo de tu cama.
En tu espejo un testamento:
“No nos queda nada”.
Deje mi barra de labios,
y con ella un par de años.
De quererte por las tardes,
de mañanas sin llamarte.
No consigo recordar,
porque motivo me fui,
pero en tu cuarto de baño,
sigue mi rojo de labios.
No consigo recordar,
como he llegado hasta aquí,
solo sé que estoy borrando,
lo que un día te hizo daño.








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